Revisamos las prácticas de lectura en el aula: lectura mental individual, lectura en voz alta y lectura de seguimiento. Y su rendimiento.
Héctor García-Rodicio, María Ángeles Melero y María Belén Izquierdo, de la universidad de Cantabria, han publicado recientemente un estudio sobre las diferentes prácticas de lectura en el aula. Así, han realizado una comparación entre los tipos de lectura más habituales. Esto es la lectura mental individual, la lectura en voz alta y la lectura de seguimiento. Esta última es la que se realiza cuando una persona lee en voz alta y el resto de la clase sigue el texto en silencio. El objetivo ha sido medir los niveles de compresión en función de tipo de lectura que se realice.
Anteriores investigaciones demuestran que la lectura mental individual y la lectura en voz alta suelen presentar niveles de comprensión similares. Si bien, algunos tipos de lectores se benefician de la lectura en voz alta. Por ejemplo, los más jóvenes. Y también los que tienen mayores dificultades con la lectura. Pero hasta ahora la lectura de seguimiento no había sido comparada con las otras dos prácticas. Los resultados de esta investigación muestran que los niveles de comprensión en la lectura de seguimiento son peores.
En el estudio participaron 36 alumnos de 5º y 6º de primaria, que leyeron tres textos en las tres condiciones diferentes. Los datos recogidos evidenciaron que no había sincronía entre los alumnos que leían en voz alta y los que seguían la lectura. Los alumnos que escuchaban no ajustaban su velocidad de lectura a la del compañero que leía oralmente el texto. Por lo general, realizaban una lectura individual a su propio ritmo. Este hecho plantea que es posible que se genere interferencia al leer un texto al tiempo que se escucha otro. Y que esta sea la razón por la que se obtienen peores resultados con esta fórmula.
Fuente: Comprensión lectora basada en evidencias.
