El papel de la memoria en la lectura

El papel de la memoria en la lectura

A diferencia del aprendizaje de una lengua, que es un proceso natural, el aprendizaje de la lectura es complejo y difícil; y no comienza hasta que el cerebro está listo. Señales como sostener un libro correctamente, hacer como que se lee, saber algunas letras del abecedario y ser conscientes de su pronunciación… indican que ha llegado el momento.  Carol Bainbridge aborda el papel clave de la memoria en este proceso.

 

El proceso de la lectura funciona más o menos así: el ojo ve garabatos en una hoja y manda señales al cerebro, que necesita reconocerlos como letras. A continuación, tiene que poder recordar qué sonidos están representados por esas letras y, después, tiene que ser capaz de unir esos sonidos para formar las palabras. A medida que los niños y niñas practican la lectura, va aumentando la cantidad de palabras que pueden reconocer a primera vista, pero todavía han de dar un salto para comprender su significado. La memoria a corto plazo desempeña un papel importante en este sentido. Para poder comprender lo que leen, los niños deben ser capaces de recordar las palabras que han leído y la relación de las unas con las otras a la vez que decodifican palabras nuevas. Es la memoria a corto plazo la que permite realizar todas las tareas.

Al principio, la capacidad de la memoria operativa no es suficiente para poder recordar todo lo que es necesario recordar. La descodificación de palabras supone tanto esfuerzo que cuando se llega a las últimas de una oración es difícil recordar la primeras. Esta dificultad también se enfrenta en la edad adulta cuando se leen textos técnicos con frases largas llenas de vocabulario específico, por ejemplo. No obstante, ser capaces de recordar oraciones individuales no es más que el principio de la comprensión. Los niños (también los adultos) deben ser capaces de recordar la información que estaba en la primera oración de un párrafo cuando llegan al final del párrafo. También deben poder recordar el primer párrafo cuando llegan al último párrafo. A menudo, surgen problemas de comprensión porque lo que se tiene que recordar excede la capacidad de la memoria a corto plazo. Es decir, no se puede almacenar la información el tiempo suficiente para recordar lo que se ha leído.

Los investigadores creen que la memoria a corto plazo es crítica para la comprensión lectora. La capacidad de la memoria a corto plazo se incrementa con la edad y depende del desarrollo del lóbulo frontal del cerebro. Hasta que no alcanza el desarrollo suficiente, el cerebro no puede procesar y almacenar información a la vez. En otras palabras, hay que elegir entre decodificar las palabras y recordar lo que significan. El cerebro puede hacer o una cosa o la otra, pero no ambas a la vez. A medida que el cerebro sigue desarrollándose, la memoria a corto plazo mejora y su capacidad se incrementa. En la mayoría de los niños, este hecho se produce a partir de los seis años de edad.

 

Esta información ha sido extraída de un artículo homónimo de Carol Bainbridge publicado en About.com Superdotados.

 

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