3 beneficios de la lectura interactiva en los niños

Beneficios de la lectura interactiva en los niños

Jacobo Feijóo, cofundador de Librojuegos, señala en un artículo para TISP Smart Book los beneficios de la lectura interactiva en los niños.

El dilema entre la P de Papel y la P de Pantalla está todavía muy presente. Nosotros ya hemos advertido de la necesidad de superarlo y enfocarnos en conocer los cambios que se han producido en relación con la práctica de la lectura en la era digital, y en establecer relaciones entre el presente y el pasado de cara a entender y estar mejor preparados para afrontar los nuevos caminos abiertos. Por eso, nos ha parecido de especial interés este artículo de Jacobo Feijóo para TISP Smart Book en el que apunta algunos de los beneficios de la lectura interactiva en los niños. De ellos, nos quedamos con estos tres que compartimos a continuación:

  1. La toma de decisiones. Muchas de estas propuestas de lectura obligan a sus lectores a tomar decisiones para poder seguir avanzando en su lectura, en la línea de aquellos libros de hiperficción explorativa (uno de los tipos de narrativa hipertextual, más conocidos como Elige tu propia aventura), con lo favorecen el desarrollo de su capacidad de toma de decisiones para la solución de problemas, un aspecto clave de su evolución.
  2. El desarrollo intelectual. El punto anterior necesariamente implica que el lector tiene que pensar, usar la lógica, pero, además, muchas de estas lecturas interactivas obligan a sus lectores a ser creativos e imaginativos para encontrar soluciones, resolver pruebas, etc. con lo que contribuyen a su desarrollo intelectual y al de su capacidad de predicción y resolución de situaciones futuras.
  3. La socialización. El hecho de que en algunas de estas propuestas el lector se convierta en el protagonista de situaciones variadas puede contribuir al desarrollo de valores como la integración social o la sensibilización por problemas comunes. Además, muchas de estas lecturas permiten a sus lectores compartir opiniones y méritos obtenidos en sus redes sociales.

El dilema, por tanto, más bien reto, no está en el formato sino formar lectores competentes, que conozcan y se muevan entre todo tipo de textos, acostumbrados a leer en distintos formatos, avezados en surcar diferentes vías y canales, preparados para saltar de uno a otro cuando la lectura lo precise. Lectores capaces de descifrar todo tipo de códigos, de comprender los mensajes que nos transmiten, de enjuiciarlos y ser críticos con ellos y de disfrutar de los beneficios de todos ellos.

 

Fuente: SmartBook.

 

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